Nunca han sido mi fuerte, pero es que esta vez me he pasado... Aunque todo tiene una explicación.
Esta tarta era para una amiga. Queríamos celebrar su cumpleaños con un grupo de compañeros de la asociación a la que pertenecemos.
Pues bien, acabé de montarla 10 minutos después de la hora que habíamos quedado!
Evidentemente, hice las fotos improvisadas antes de comerla, sin luz, sin un espacio en condiciones... En fin, un desastre!
La tarta era un red velvet:
150g de mantequilla
300g. de azúcar glas
3 huevos M
1 cucharadita extracto de vainilla
300g. de harina
1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar
1 cucharadita de levadura
1/2 cucharadita de sal
240ml. de buttermilk
Colorante rojo en pasta
1 cucharadita de vinagre de vino blanco
1 cucharadita de bicarbonato sódico
El buttermilk lo podemos hacer con leche a la que le añadimos una cucharada de vinagre de vino blanco o de limón.
Batimos el azúcar con la mantequilla hasta que estén bien integrados. Vamos añadiendo los huevos uno a uno sin dejar de batir.
Tamizamos la harina con la levadura, el cacao y la sal y lo reservamos.
Mezclamos el buttermilk con el colorante suficiente para conseguir un rojo intenso
Vamos incorporando la harina a la mezcla de mantequilla, intercalando con el buttermilk sin dejar de batir, pero a velocidad lenta.
Añadimos el extracto de vainilla y finalmente mezclamos el vinagre y el bicarbonato y cuando empiece a quedar espumoso lo añadimos a la mezcla.
Ahora metemos en el horno que habremos precalentado a 180º unos 30-40 min.
El frosting de Mascarpone:
100g. de mantequilla
400g. de azúcar glas
200g. de mascarpone
Mezclamos en la batidora la mantequilla con el azúcar. Cuando esté bien mezclado y tenga la consisténcia deseada (mínimo 5min.) le añadimos el queso y mezclamos lo justo para integrarlo.
Deliciosa!!!
Hasta el siguiente post!!!
Me encanta como todo tu blog, te he dejado un regalo en el mio, espero que te guste.
ResponderEliminarun saludo.